Blogue de Gracia e de Anxo, blogue de pingas e de icebergs, do que nos preocupa ou nos chama a atención, de biblioteca e de aula.

05/04/10

El olvido que seremos

Vaime ser difícil falar deste libro, cando aínda estou saloucando, ou cando as últimas bágoas provocadas pola súa lectura van desaparecendo. Se algún ou algunha de vós estivera agora aquí simplemente diría "Toma, TES que lelo". Así de imperativa. Pero sabedora de que sempre acertaría. Que, senón, se pode agochar tras un título que é un verso de Borges?

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán, y que es ahora,
todos los hombres, y que no veremos.


Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,

los triunfos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra

al mágico sonido de su nombre.

Pienso con esperanza en aquel hombre


que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del Cielo

esta meditación es un consuelo.

Biografía, autobiografía, fotografía, historia... todo e máis se mesturan nesta crónica que pretende o autor ser un testemuño da vida de seu pai e da relación familiar. Un epitafio último e revelador. Abofé que o consegue. Amor é quizais a palabra clave, xunto con convivencia, humanidade, poesía, música... para provocar indignación, reflexión, risos e bágoas. Un libro que fai tremer a alma, case un obituario da inxustiza colombiana extrapolable a outros lugares do mundo.
Se chega a vosas mans, non o dubidedes: lédeo. Desta volta, facédeme caso.

Han pasado casi veinte años desde que lo mataron, y durante estos veinte años, cada mes, cada semana, yo he sentido que tenía el deber ineludible, no digo de vengar su muerte, pero sí, al menos, de contarla. (...) Es posible que todo esto no sirva de nada; ninguna palabra podrá resucitarlo, la historia de su vida y de su muerte no le dará nuevo aliento a sus huesos, no va a recuperar sus carcajadas, ni su inmenso valor, ni el habla convincente y vigorosa, pero de todas formas yo necesito contarla. Sus asesinos siguen libres, cada día son más y más poderosos, y mis manos no pueden combatirlos. Solamente mis dedos, hundiendo una tecla tras otra, pueden decir la verdad y declarar la injusticia. Uso su misma arma: las palabras. ¿Para qué? Para nada; o para lo más simple y esencial: para que se sepa. Para alargar su recuerdo un poco más, antes de que llegue el olvido definitivo.

Héctor Abad Faciolince xa me gustara coa lectura de Basura hai anos. Con El olvido que seremos fíxome súa para sempre.

5 comentarios:

biblioteca dixo...

Un libro entrañable y muy recomendable. Un emotivo homenaje el que le hace Héctor Abad a su padre con este libro, un padre que defendió los derechos de los más desfavorecidos.
Cuando terminé de leerlo tampoco me pude resistir a recomendarlo en nuestro blog.
Marga

Ernesto dixo...

Grazas á túa recomendación(e a de Bragado) xa non son un lector atascado, xa vou a velocidade cruceiro.

Ronsel dixo...

Así que se non chega Bragado facerme caso ti tampouco o lerías!
Menudo elemento estás feito...

Ernesto dixo...

Xa está, se tivese un blog tamén che daría as grazas pola recomendación como fixo o presi dos editores.

Ronsel dixo...

A que é marabilloso?

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