Blogue de Gracia e de Anxo, blogue de pingas e de icebergs, do que nos preocupa ou nos chama a atención, de biblioteca e de aula.

05/03/08

Pola Igualdade da Muller (X)

A polémica dos sexos xurdiu unha vez que as proclamadas ilustradas sobre a igualdade, a liberdade e a fraternidade fixeron efecto nas mentes femininas, provocando que algunhas voces se erguesen reclamando unha educación de calidade e equitativa para as mullere. Desgrazadamente, filósofos tan recoñcidos como Rousseau ou Kant, posicionáronse en contra en variadas ocasións. Pero outro, como Condorcet ou Wollstonecraft non opinanban o mesmo.
Aquí vos deixamos algunhas das súas palabras. Lédeas con atención xa que non teñen desperdicio:

.- CONDORCET (1743-1794)

El hábito puede llegar a familiarizar a los hombres con la violación de sus derechos naturales, hasta el extremo de que no se encontrará a nadie de entre los que los han perdido que piense siquiera en reclamarlo, ni crea haber sido objeto de una injusticia (…) Por ejemplo, ¿no han violado todos ellos el principio de la igualdad de derechos al privar, con tanta irreflexión a la mitad del género humano del de concurrir a la formación de las leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del derecho de ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que crea el hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de ver invocar el principio de la igualdad de derechos (…) y de olvidarlo con respecto a doce millones de mujeres?

Ensayo sobre la admisión de las mujeres en el derecho de ciudadanía, 1790.


.- ROUSSEAU (1712-1778)

En la unión de los sexos, concurre cada uno por igual al fin común, pero no de la misma forma; de esta diversidad surge la primera diferencia notable entre las relaciones morales de uno y otro. El uno debe ser activo y fuerte, y el otro pasivo y débil. Es indispensable que el uno quiera y pueda, y es suficiente con que el otro oponga poca resistencia. Establecido este principio, se deduce que el destino especial de la mujer consiste en agradar al hombre. Si recíprocamente el hombre debe agradarle a ella, es una necesidad menos directa; el mérito del varón consiste en su poder, y sólo por ser fuerte agrada. Convengo en que ésta no es la ley del amor, pero es la ley de la naturaleza, más antigua que el amor mismo.Si el destino de la mujer es agradar y ser subyugada, se debe hacer agradable al hombre en vez de incitarle; en sus atractivos se funda su violencia, por ello es preciso que encuentre y, haga uso de su fuerza. El arte más seguro de animar esta fuerza es hacerla necesaria con la resistencia. Uniéndose entonces el amor propio con el deseo, triunfa el uno de la victoria que el otro le deja alcanzar. De ahí el acometimiento y la defensa, la osadía de un sexo y el encogimiento del otro, la modestia y la vergüenza con que la naturaleza armó al débil para que esclavizase al fuerte.(…) Con la facilidad que tienen las mujeres para inflamar los sentidos de los hombres y encender en el interior de su corazón las chispas de un temperamento casi apagado, si hubiese algún malhadado clima en la tierra donde la filosofía hubiera introducido esta práctica, especialmente en los países cálidos, donde nacen más mujeres que hombres, tiranizados ellos por ellas, al fin serían sus víctimas y todos se verían arrastrados a la muerte sin poderse defender nunca.(…) La rigidez de los deberes relativos de ambos sexos no es ni puede ser la misma, y cuando en esta parte las mujeres se quejan de la desigualdad que han establecido los hombres, no tienen razón; aquel de los dos a quien la naturaleza confió el depósito de los hijos, le corresponde responder de ellos al otro.

El Emilio, libro V, De la educación de Sofía. (1762).


.- IMMANUEL KANT (1724-1804)

La mujer tiene un sentimiento innato para todo lo bello, bonito y adornado. Ya en la infancia se complacen en componerse, y los adornos las hacen más agradables. Son limpias y muy delicadas para lo repugnante. Gustan de bromas, y les distrae una conversación ligera, con tal de que sea alegre y risueña. Tienen muy pronto un carácter juicioso, saben adoptar aire fino y son dueñas de sí mismas; y eso a una edad en que nuestra juventud masculina bien educada es todavía indómita, basta y torpe. Muestran un interés muy afectuoso, bondad natural y compasión; prefieren lo bello a lo útil, y gustan de ahorrar de superfluidades en el sustento para sostener el gasto de lo vistoso y de las galas. (…) El bello sexo tiene tanta inteligencia como el masculino, pero es una inteligencia bella; la nuestra ha de ser una inteligencia profunda, expresión de significado equivalente a lo sublime. (…) La meditación profunda y el examen prolongado son nobles, pero pesados, y no sientan bien a una persona en la cual los espontáneos hechizos deben sólo mostrar una naturaleza bella. El estudio trabajoso y la reflexión penosa, aunque una mujer fuese lejos en ello, borran los méritos peculiares de su sexo, y si bien la rareza de estas condiciones en su sexo las convierte en objeto de fría admiración, debilitan al mismo tiempo los encantos que les otorgan su fuerte imperio sobre el sexo opuesto. A una mujer con la cabeza llena de griego, como la señora Dacier, o que sostiene sobre mecánica discusiones fundamentales, como la marquesa de Châtelet, parece que no les hace falta más que una buena barba; con ella, su rostro daría más acabadamente la expresión de profundidad que pretenden. La inteligencia bella elige por objetos suyos los más análogos a los sentimientos delicados, y abandona las especulaciones abstractas o los conocimientos útiles, pero áridos a la inteligencia aplicada, fundamental y profunda. La mujer, por tanto, no debe aprender ninguna geometría; del principio de razón suficiente o de las monadas sólo sabrá lo indispensable para entender el chiste en las poesías humorísticas con que se ha satirizado a los superficiales sutilizadores de nuestro sexo. Pueden dejar a Descartes que continúe haciendo girar su torbellino, sin preocuparse por ello, aunque el amable Fontenelle quisiera abrir para ella un salón entre los planetas; y el atractivo de sus encantos no pierde nada de su energía si no saben una palabra de lo que Algarotti, para provecho suyo y siguiendo a Newton, se ha esforzado en escribir acerca de las fuerzas de atracción de las materias groseras. En historia, no se llenarán la cabeza con batallas, ni en geometría, con fortalezas; tan mal sienta en ellas el olor de la pólvora como en los hombres el del almizcle.

Lo bello y lo sublime, 1764.

Incluímos un vídeo sobre Madame de Châtelet, á que Kant critica neste texto.



.- MARY WOLLSTONECRAFT (1759-1797)

No puede negarse cierto grado de superioridad física, lo cual constituye una prerrogativa noble. Pero no contentos con esta preeminencia natural, los hombres se empeñan en hundirnos aún más para convertirnos simplemente en objetos atractivos para un rato. (…) Tengo en cuenta una inferencia obvia. He oído exclamaciones contra las mujeres masculinas provenientes de todas partes, pero ¿en qué deben basarse? Si con esta denominación los hombres quieren vituperar su pasión por la caza, el tiro y el juego, me uniré con la mayor cordialidad al clamor; pero si va contra la imitación de las virtudes masculinas o, hablando con mayor propiedad, de la consecución de aquellos talentos y virtudes cuyo ejercicio ennoblece el carácter humano, y eleva a las mujeres en la escala de los seres animales, donde se las incluye en la humanidad, debo pensar que todos aquellos que las juzguen con talante filosófico tienen que desear conmigo que se vuelvan cada día más masculinas.(…) Espero que mi propio sexo me excuse si trato a las mujeres como criaturas racionales en vez de hacer gala de sus gracias fascinantes y considerarlas como si se encontraran en un estado de infancia perpetua, incapaces de valerse por sí solas. Deseo de veras señalar en qué consiste la verdadera dignidad y la felicidad humana. Quiero persuadir a las mujeres para que traten de conseguir fortaleza, tanto de mente como de cuerpo, y convencerlas de que las frases suaves, el corazón impresionable, la delicadeza de sentimientos y el gusto refinado son casi sinónimos de epítetos de la debilidad, y que aquellos seres que son sólo objetos de piedad y esa clase de amor que se ha calificado como su gemela pronto se convertirán en objetos de desprecio. (…) ¿dónde está la diferencia sexual cuando la educación ha sido la misma? Todas las diferencias que puedo discernir surgen de la libertad, ventaja superior que permite a los primeros (soldados) ver más de la vida. (…) Como filósofa, leo con indignación los epítetos verosímiles que los hombres utilizan para suavizar sus insultos, y como moralista, pregunto qué quieren decir con asociaciones heterogéneas tales como defectos bellos, debilidad amable, etc. (…) Quiero al hombre como compañero; pero su cetro, real o usurpado, no se extiende hasta mí, a no ser que la razón de un individuo reclame mi homenaje; e incluso entonces la sumisión es a la razón y no al hombre.

Vindicación de los derechos de la mujer (1792).


Vía La lechuza de Minerva

1 comentario:

Anónimo dixo...

OLA SON SILVIA
APROBEI GALEGO DESPOIS D 4 TRIMESTRES SEN FACELO!!!
GRAZAS!!
JEJEJE
NON É POR FACER A PELOTA

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