Quessep, de orixe árabe, é fillo dun libanés emigrado a Colombia, o que o fai combinar a tradición española coa poesía árabe, de aí a presenza das fontes, dos paxaros...
Oración de los cazadores:
De la noche que dura
sólo queda la brasa de los ojos del tigre;
por ella nos guiamos,
y por ella sentimos su fatal hermosura.
Tal vez, cuando de huida
retornemos al patio que lleva a nuestra casa,
veamos que algo quema los jardines,
relámpago y pavor su sombra pasa.
No sabemos por qué la vida sigue
y el tiempo nos desvela,
si en la noche una brisa
apaga nuestra vela.
Perdidos, casi ciegos,
no hallamos el solar de nuestra casa.
¿No había aquí un aljibe?
Tenemos sed y el aire nos abrasa.
Oh primavera, herida de la música,
es ya la hora de cristal y hielo;
no nos dejes caer en la noche callada
por la brasa que arde bajo el cielo.
Vigilia:
Pasos en el jardín. El vigilante
golpea la corteza del manzano
y hay pájaros que huyen, quedan otros
enjaulados en tiempo y luz de plata.
Fábulas no me encanten; velar quiero
mis armas esta noche o adentrarme
por el jardín y oír bajo mis pasos
los tréboles que guardan en el polvo
las maravillas de la blanca torre.
Debajo del manzano y a mi lado
una mujer hojea un viejo libro:
Demonios hay en torno y una fuente
refleja un ciervo, un tigre de Bengala.
Los pasos van y vienen y no saben
quién es el vigilante, el vigilado.
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