Blogue de Gracia e de Anxo, blogue de pingas e de icebergs, do que nos preocupa ou nos chama a atención, de biblioteca e de aula.

06/01/10

Hainuwele y otros poemas

Que os Reis Magos existen ninguén o dubida. Que por seren Magos poden adoptar calquera forma tampouco. E a min este ano achegáronseme en forma de guapa e esvelta moza que se presentou baixo o nome ficticio de Andrea Díaz. E que bos Magos son, certamente, porque era idéntica á orixinal. Recoñezo, mesmo, que estaba máis guapa a como eu a lembraba de cando deixamos as aulas e nos despedimos en setembro. Pero quen son eu para dubidar da súa Maxia? E máis cando me regalan este libro de Chantal Maillard: Hainuwele y otros poemas, cun sorriso pícaro e fermoso coa certeza de dar na diana. Un libro que require unha lectura sosegada, profunda. Porque esta poeta lévanos a zonas afastadas, intensas, a un xogo vida-morte complicadamente descoñecido; a historia dunha relación entre unha moza e un deus omnisciente.
Hainuwele é unha recreación dun mito polinesio, unión mística do deus e a ecoloxía. En palabras da autora: “El ser humano “desarrollado” se enorgullece de los logros de su inteligencia, pero cuán torpe es, cuán pobre y desasistido cuando pretende comportarse de acuerdo con la naturaleza. Yo aprendo de un animal todo aquello que mi voluntad traba. Y aprendo, también, mi desgracia, mi inferioridad y mi condición de extraña en este mundo que no sabemos proteger lo suficiente. Contemplo, voy hacia ellas, hacia las bestias, me “abestio”, je m’abêtis, como sugería Montaigne. Aunque para el hombre enaltecido s’abêtir (“idiotizarse” sería la traducción de la palabra en su uso común) es rebajarse, volver al estado de salvajismo en el que, según sus teorías, estábamos al principio y en el que la carencia de leyes nos llevarían a matarnos unos a otros “sin razón”. Lo celestial, el rostro original, no es otra cosa, a mi entender, que la sabiduría de las bestias".
O libro trae ademais un CD coa lectura da autora: pechar os ollos e deixar que a súa nos acariñe con todos os seus matices nunha selva lingüística que pretenderemos axexar.


Si pregunto a los hombres
qué es aquel cuerpo inmenso
que vibra al otro lado de los bosques,
me contestan: «el mar».
Si te pregunto qué es el mar,
me dices:
«un animal de lluvia que sin tregua recorre
la distancia infinita que de sí mismo le separa».
Quieres ponerme a prueba, pretendes confundirme.
Sé que aquel cuerpo inmenso
eres tú
cuando sales del bosque
y arrojas tu saliva sobre el mundo.


Puedo decir que en tus ojos descansan

las lechuzas,

que acaricias el sol con tus rodillas

cuando desciende cárdeno sobre tu vientre,

que un tigre juguetea en tu regazo,

que tus ojos florecen como la madreselva,

puedo decir que el bosque se calla cuando duermes y lo cubre

la sombra de tus párpados.

Pero no diré nada.

No conozco tu cuerpo si es que tienes alguno.

Las lechuzas, el sol, las colinas, los tigres

son lechuzas y sol y colinas y tigres, y las flores son flores

y el bosque es sólo bosque.

Si me invento tu cuerpo cada día

es para verte un poco más distante,

pues sentirte tan cerca y tan presente sin morir

es difícil.

Arden las plantas de mis pies.

Soy un animal enloquecido

que salta sobre el fuego.







Grazas por este agasallo co que non contaba. E grazas por lembrarvos de min!

3 comentarios:

La secre dixo...

Esta Andrea...pero teño que decirlle que o meu agasaio foi mellor ca o teu jojojo

Oshidori dixo...

=)
Graciñas a ti por este post.
E xa me prestarás ese cd!

Ronsel dixo...

Ah, si? Xa me dirás entón cal foi o teu agasallo!

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