Traio hoxe un artigo xa vello publicado no País, un artigo de Soledad Gallego-Díaz que segue vixente: "Violencia contra mulleres". Nel exprénse ideas como o rexurdir do machismo, o feminismo calado, a crise pagada polas mulleres...
"Alice Schwarzer, probablemente la feminista alemana más sobresaliente, escribió esta semana un artículo en Die Zeit llamando la atención sobre el hecho de que ni uno solo de los periódicos que informaron sobre la masacre del colegio mixto de Winnenden, ocurrida el pasado 11 de marzo y en la que perdieron la vida nueve escolares y tres docentes, resaltó que once de las doce víctimas eran mujeres. En su huida del colegio, Tim K., el joven de 17 años que provocó la matanza y que terminó suicidándose, mató a otras tres personas, un jardinero, un vendedor de coches y uno de sus clientes, pero estos asesinatos no formaban parte de su plan original. "Dos días después de la masacre me pregunté a mí misma: ¿qué hubiera pasado si Tim K. hubiera matado a doce compañeros del colegio y once de ellos hubieran sido turcos? La respuesta es simple: se hubiera organizado un infierno, y hasta el reportero con menos espíritu crítico se hubiera interrogado por las relaciones entre el joven asesino y un clima social en el que existe la xenofobia y el racismo
Schwarzer, 67 años, periodista ella misma y fundadora de la conocida revista feminista Emma, ironiza: "Estamos dentro del vientre de la ballena, el pez es enorme, pero nadie lo ve". Ni la prensa, ni la policía, ni la fiscalía se mostraron dispuestas a investigar las connotaciones de género de la masacre de Winnenden, asegura. "¿Once de las doce víctimas son mujeres y la cuestión del sexo no es pertinente desde el punto de vista procesal?", se indigna.
Para la feminista alemana, el caso encierra una negativa a plantear la relación entre violencia y masculinidad, y se asombra ante la falta de sorpresa que produce en todo el mundo la violencia contra las mujeres (el 90% de todos los casos de asesinato "sexuales" en Alemania corresponde a mujeres matadas por hombres). ¿Por qué tanta gente, hombres y mujeres, aparta la vista de lo ocurrido en Winnenden?, se inquieta.
La historia de la violencia contra las mujeres esta ampliamente documentada en la monumental From eve to dawn: a history of women, de Marilyn French (Nueva York, 1929), cuyo cuarto y último tomo salió publicado en edición de bolsillo hace relativamente poco, en 2008. French, que a sus 79 años sigue siendo una escritora de referencia en el feminismo (su novela The women's room se suele añadir a El cuaderno dorado, de Doris Lessing, y a El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, como textos básicos), compartiría sin duda el análisis de Schwarzer. En una de sus últimas entrevistas se declaraba "furiosa". "Sí, me siento enfadada. No sé si la furia es una buena cosa, pero es útil y, además, no sé como evitarla. Una mira lo que sucede y es la única reacción posible". "Estamos ante una reacción, un contragolpe. Las mujeres han ganado poder y eso causa una tremenda furia en el mundo masculino. En algunos países se permite que se persiga y se esclavice a las mujeres, y en Occidente, simplemente, se opta por no hablar del asunto. Todas las referencias al feminismo se censuran. Cada vez se habla menos del tema. Es terrible".
A Marilyn French le parece increíble que haya todavía intelectuales (hombres) que escriban de historia, de literatura o de ideas políticas como si el feminismo nunca hubiera existido. En el fondo, sin embargo, por muy furiosa que se muestre, confía en la posibilidad de un nuevo comienzo o dawn (amanecer). La escritora canadiense Margaret Atwood, que prologa A history of women, desconfía mucho más de esa posibilidad. Con su habitual tono irónico escribe que en un mundo tan frágil como el actual, en el que no hay que descartar una auténtica rebatiña por una plaza en los botes salvavidas, "es poco probable que se escuche el viejo grito de ¡mujeres y niños primero!". Si la crisis que se avecina es tan potente como se dice, las mujeres serán las primeras en ser expulsadas del barco, salvo que se defiendan con uñas y dientes. (La polémica sobre el trabajo de French sigue muy viva: la escritora británica Hilary Mantel acaba de publicar una amplia reseña, muy crítica, en The New York Review of Books en la que recoge algunos aspectos mencionados aquí, pero rechaza otros muchos de From eve to dawn)."
Schwarzer, 67 años, periodista ella misma y fundadora de la conocida revista feminista Emma, ironiza: "Estamos dentro del vientre de la ballena, el pez es enorme, pero nadie lo ve". Ni la prensa, ni la policía, ni la fiscalía se mostraron dispuestas a investigar las connotaciones de género de la masacre de Winnenden, asegura. "¿Once de las doce víctimas son mujeres y la cuestión del sexo no es pertinente desde el punto de vista procesal?", se indigna.
Para la feminista alemana, el caso encierra una negativa a plantear la relación entre violencia y masculinidad, y se asombra ante la falta de sorpresa que produce en todo el mundo la violencia contra las mujeres (el 90% de todos los casos de asesinato "sexuales" en Alemania corresponde a mujeres matadas por hombres). ¿Por qué tanta gente, hombres y mujeres, aparta la vista de lo ocurrido en Winnenden?, se inquieta.
La historia de la violencia contra las mujeres esta ampliamente documentada en la monumental From eve to dawn: a history of women, de Marilyn French (Nueva York, 1929), cuyo cuarto y último tomo salió publicado en edición de bolsillo hace relativamente poco, en 2008. French, que a sus 79 años sigue siendo una escritora de referencia en el feminismo (su novela The women's room se suele añadir a El cuaderno dorado, de Doris Lessing, y a El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, como textos básicos), compartiría sin duda el análisis de Schwarzer. En una de sus últimas entrevistas se declaraba "furiosa". "Sí, me siento enfadada. No sé si la furia es una buena cosa, pero es útil y, además, no sé como evitarla. Una mira lo que sucede y es la única reacción posible". "Estamos ante una reacción, un contragolpe. Las mujeres han ganado poder y eso causa una tremenda furia en el mundo masculino. En algunos países se permite que se persiga y se esclavice a las mujeres, y en Occidente, simplemente, se opta por no hablar del asunto. Todas las referencias al feminismo se censuran. Cada vez se habla menos del tema. Es terrible".
A Marilyn French le parece increíble que haya todavía intelectuales (hombres) que escriban de historia, de literatura o de ideas políticas como si el feminismo nunca hubiera existido. En el fondo, sin embargo, por muy furiosa que se muestre, confía en la posibilidad de un nuevo comienzo o dawn (amanecer). La escritora canadiense Margaret Atwood, que prologa A history of women, desconfía mucho más de esa posibilidad. Con su habitual tono irónico escribe que en un mundo tan frágil como el actual, en el que no hay que descartar una auténtica rebatiña por una plaza en los botes salvavidas, "es poco probable que se escuche el viejo grito de ¡mujeres y niños primero!". Si la crisis que se avecina es tan potente como se dice, las mujeres serán las primeras en ser expulsadas del barco, salvo que se defiendan con uñas y dientes. (La polémica sobre el trabajo de French sigue muy viva: la escritora británica Hilary Mantel acaba de publicar una amplia reseña, muy crítica, en The New York Review of Books en la que recoge algunos aspectos mencionados aquí, pero rechaza otros muchos de From eve to dawn)."
Sen comentarios
Publicar un comentario