Blogue de Gracia e de Anxo, blogue de pingas e de icebergs, do que nos preocupa ou nos chama a atención, de biblioteca e de aula.

24/03/13

Los libros son tímidos

A editorial Periférica está a nos ofrecer uns títulos ben interesantes arredor do amor pola lectura e polos libros, coma é este caso que nos ocupa: Los libros son tímidos de Giulia Alberico non é unha novela, é unha homenaxe á lectura. No libro, a autora conta os seus momentos da infancia e da adolescencia marcados polos libros e as lecturas que nese momentos a acompañaban. Ademais, hai unha rotunda declaración de amor polo libro en papel, polo seu olor, o seu tacto e o propio obxecto. E hai, asemade, un despregue informativo sobre a historia da literatura italiada da primeira metade do século XX. Coido que hai que destacar que o libro non só fala de libros, senón de como estes moldearon o crecemento da autora, de como lle influíron na súa vida cotiá e no seu proceso de madureza e de como enchían os seus ocos espazo-temporais.
Moi de agradecer os apéndices finais coa lista de todos os libros mencionados ao longo da obra -por se queremos acceder a algún- e ás editoriais das que se nos falaba.


"Los libros son tímidos, pensaba, quieren estar sólo con quien los ha elegido, no les gustan las manos extrañas".

"Antes de que los signos se volviesen para mí descifrables, eran sonidos, y eran los mayores quienes poseían la capacidad de traducir los signos en palabras y con las palabras construir un cuento... De modo que leía escuchando. Y oliendo. Las palabras de las historias estaban indisolublemente ligadas a los olores.
El tío Rodolfo leía historias de las que emanaba un olor a clavo de clavel mezclado con una infusión que tenía un nombre precioso: kardadé. Las historias que leía Rosinella olían a manzanas porque la estancia de la buhardilla donde me las contaba estaba llena de pequeñas manzanas verdes. Las historias que me contaba mi madre olían a frío: estábamos en el país de la nieve y siempre era invierno, o casi".

Mientras tanto (…) empecé a tener mi propia biblioteca; algunos libros los forraba para no desgastarlos. Nunca los he prestado, me gusta poseerlos. Los libros son tímidos, pensaba, quieren estar sólo con quien los ha elegido, no les gustan lasmanos extrañas. Escribía al instante mi nombre, el mes y el año en la primera página, con una caligrafía un poco estudiada, redonda, femenina. Me habituá a escribir la clase que frecuentaba: cuarto año de enseñanza media A, primero de bachillerato B. (Pag. 39)

Siempre he olfateado los libros, al igual que los cuadernos, con un gesto instintivo, primario, animal. Creo además que el olfato es el más potente de los sentidos. En todo caso, el que posee mayor poder evocador. Sirve para comprender, más que el gusto, si un guiso en cocción ha llegado a su punto (…) En cuanto al olor de los libros, los olores son extraordinariamente variados. Las páginas brillantes, con las reproducciones de cuadros o fotografías, huelen a ácido, como los bocadillos envueltos en celofán que se venden en las estaciones; las páginas muy delgadas de papel biblia de los Meridiani huelen a lencería seca y planchada. Las páginas de los libros viejos huelen a polvos de tocador comprimidos, a polvos de talco; huelen a frasco de cristal vacío que durante un tiempo contuvo un perfume de magnolia o de nardo. (Pags. 91-92)

1 comentario:

María Jesús dixo...

Encántanme todas as imaxes sensoriais relativas aos olores. Tamén comparto a relación tan forte que se establece entre algúns libros e o momento da vida no que chegaron. Pero non penso que os libros sexan "tímidos", ao contrario, creo que teñen vocación de "pontes" para intercomunicar as persoas

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