Blogue de Gracia e de Anxo, blogue de pingas e de icebergs, do que nos preocupa ou nos chama a atención, de biblioteca e de aula.

10/01/15

Sempre hai un lugar para a poesía (CXXII)

A poeta palestina  Rafeef Ziadah conmocionaba en 2011 con este poema "Nosotras enseñamos vida, señor" onde pretende explicar a un xornalista estranxeiro que significa pertencer ao seu mundo, que significa ser nai, ser muller, nun ambiente bélico, e que son as palabras para ela: unha extensión do seu corpo.
Rafeef Ziadah desgrana sentimentos, emocións e rabia contida nesta emocionante, pero firme intervención sobre a causa palestina. Rafeef teceu este poema mentres as bombas caían sobre Gaza. Impresionante.





Zarmina, poeta afgana:


Yo llamo. Tu eres piedra
Un día cuando me busques, descubrirás que me he marchado.
Me vendiste a un hombre viejo, padre,
Que Dios destruya tu casa, yo era tu hija.
Hacer el amor con un hombre viejo
es como cogerse un arrugado tallo de maíz ennegrecido por el moho.
Cuando hermanas se sientan juntas, siempre alaban a sus hermanos.
Cuando hermanos se sientan juntos, venden a sus hermanas a otros.
Me haré un tatuaje con la sangre de mi amado
y apenaré a toda rosa en el verde jardín.
Desafortunado tú que no me visitaste anoche,
Confundí el duro poste de madera de la cama con un hombre.
Hija, en América los ríos no llevan agua,
Las niñas pequeñas en el internet llenan sus jarras.
Podría haber probado la muerte por una probada de tu lengua,
viéndote comer helado cuando éramos jóvenes.
Vamos, dejemos a estos idiotas de pueblo
y casémonos con hombres Kabul con cortes de pelo de Bollywood.
¡Traté de besarte en secreto pero estás calvo!
Tu desnudo cráneo contra la pared ha golpeado..
Mi amor es justo como sólo puede ser un soldado americano.
Para él soy obscura como un Talibán, así que me ha martirizado.
Oh cariño, tu eres Americano para mis ojos,
Eres culpable; lo siento.
Porque mi amado es Americano,
pústulas florecen en mi corazón.
Sueño que soy el presidente.
Cuando despierto, soy la pordiosera del mundo.
Vuelve negro de pólvora o rojo sangre
pero no vuelvas entero a deshonrar mi cama.
¿Qué podrías ser sino un bravo guerrero,
tu que has bebido la leche de una madre Pashto?
Mi amor dio su vida por nuestra tierra,
Coseré su velo con una hebra de mi cabello.
En batalla, deben haber dos hermanos;
uno para ser martirizado, otro que prepare el velo del primero.
Portas un denso turbante sobre tu calva
para ocultar tu edad. ¿Con qué motivo? ¡Estas casi muerto!
La vieja cabra buscaba un beso de mi abadejo
como quitarle un pedazo de carne del hocico a un hambriento perro.
Mi cuerpo es fresco como una hoja de henna;
verde por fuera; adentro, carne cruda.
¿Qué has hecho conmigo, Dios mío?
Otras han florecido, yo permanezco apretada como un brote.
Las viudas llevan dulces al altar de un santo.
Yo le llevaré a Dios palomitas, rogándole que mate al mío.
Mi cuerpo me pertenece a mí;
a otros su dominio.
En la prisión de Policharki, nada tengo que me pertenezca,
excepto el corazón de mi corazón que vive entre sus muros de piedra.
Estoy cansada de adorar flores exóticas,
Extraño los jardines de Sangin; eran pobres pero nuestros.
La separación trajo este tipo de pena:
Hizo de sí misma un mulla y a mí la ladrona del pueblo.
Que Dios destruya la Casa Blanca y mate al hombre
que envió misiles estadounidenses a quemar mi casa.
Bush, no te enorgullezcas tanto de tu carro armado.
Mi bomba remota, desde lejos, lo hará volar en pedazos.
Los drones han llegado al cielo afgano.
Las bocas de nuestros cohetes contestarán a su llamado.
Mi Nabi fue muerto por un drone.
Que Dios destruya a tus hijos, América, has asesinado a los míos.
Que Dios destruya a los Talibanes y termine sus guerras,
Ellos hecho de las mujeres afganas viudas y rameras.
Ven a Guantánamo.
Sigue el repique de mis cadenas.
Madre, ven a las ventanas de la prisión
Háblame antes de que vaya a la horca.
Por favor dile al guardia de la prisión
que no sea tan cruel con mi hijo, Allah Mohamad.
Hamid Karzai vino a Kabul
a enseñarle a nuestras niñas a vestirse en dólares.
Hamid Karzai envió a nuestros hijos a Irán
y los hizo esclavos de la heroína.
Separación, tu prendes fuego
en el corazón y casa de todo amante.

(Tradución de Gustavo Osorio de Ita para a revista Círculo de Poesía)

Sen comentarios

Neste blog utilizamos as imaxes con finalidade educativa. Se algunha delas estivera suxeita a dereitos de autor, rogamos que vos poñades en contacto connosco para retirala de inmediato.