Nas miñas mans, por fin, o último libro de Ángel González, Nada grave, que xa lin e relin varias veces. "Dos palabras fuertes, nada y grave, se unen de manera irónica para restarle importancia a un estado sentimental de crisis profunda. La ironía, como forma de pudor, vuelve a convertirse en una clave del pesimismo vitalista del poeta" (Limiar). Dá gusto ver a propia tristura reflectida en versos tan fondos, saber que outros senten o mesmo:
Leo poemas al azar,
leo casi sin pensar en lo que leo.
Cuando me encuentro un verso triste,
siento en el alma como una caricia.
No es que me alivie la tristeza ajena;
es que me siento menos solo.
Sin ti la poesía
ya no me dice nada,
y nada tengo que decirle a ella.
La única palabra
que entiendo y que pronuncio
es ésta
que con todo mi amor hoy te dedico:
nada.
Esperar la desdicha,
¿es una forma de esperanza?
La menos peligrosa, en cualquier caso.
La que no puede defraudarnos nunca.
La madre que me parió,
en el momento de alumbrarme,
no sabía que daba a luz un pedazo de sombra (...)
Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
-¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
-Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.
Seguiría escribindo versos, mentres os leo unha vez máis (os subliñados son meus). Así é Ángel González: sempre estará aquí porque sempre teremos os seus versos. A verdadeira maxia da poesía.
Leo poemas al azar,
leo casi sin pensar en lo que leo.
Cuando me encuentro un verso triste,
siento en el alma como una caricia.
No es que me alivie la tristeza ajena;
es que me siento menos solo.
Sin ti la poesía
ya no me dice nada,
y nada tengo que decirle a ella.
La única palabra
que entiendo y que pronuncio
es ésta
que con todo mi amor hoy te dedico:
nada.
Esperar la desdicha,
¿es una forma de esperanza?
La menos peligrosa, en cualquier caso.
La que no puede defraudarnos nunca.
La madre que me parió,
en el momento de alumbrarme,
no sabía que daba a luz un pedazo de sombra (...)
Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
-¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
-Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.
Seguiría escribindo versos, mentres os leo unha vez máis (os subliñados son meus). Así é Ángel González: sempre estará aquí porque sempre teremos os seus versos. A verdadeira maxia da poesía.
1 comentario:
Ya sabes que compartimos poesía y admiración por Ángel González
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