Publicado por SM en gran formato, Uno y siete é un fermoso alegato pola paz de Gianni Rodari con ilustracións de Beatrice Alemagna.
A vida dos nenos e nenas de diferentes cidades do mundo semellan ben diferentes, pero no fondo son ben parecidas. Por iso resulta incomprensible que a medida que vaiamos medrando poñamos o empeño en resaltar as diferenzas en lugar de tratar de achegar as semellanzas. Por que as guerras sen sentido? Non somos todos iguais? Quen inventou as fronteiras?
He conocido un niño que tenía siete años. Vivía en Roma, se llamaba Paolo, y su padre era un tranviario.
Pero vivía también en París, se llamaba Jean, y su padre trabajaba en una fábrica de automóviles.
Pero vivía también en Berlín, y allá arriba se llamaba Kart, y su padre era un profesor de violonchelo.
Pero vivía también en Moscú, se llamaba Yuri, como Gagarin, y su padre era albañil y estudiaba matemáticas.
Pero vivía también en Nueva York, se llamaba Jimmy, y su padre tenía una gasolinera.
¿Cuántos he dicho ya? Cinco. Me faltan dos:
uno se llamaba Ciú, vivía en Shangai y su padre era un pescador; el último se llamaba Pablo, vivía en Buenos Aires, y su padre era escalador.
Paolo, Jean, Kart, Yuri, Jimmy, Ciú y Pablo eran siete pero siempre el mismo niño que tenía ocho años, sabía ya leer y escribir y andaba en bicicleta sin apoyar las manos en el manillar.
Paolo era triguero, Jean era blanco y Kart, castaño, pero eran el mismo niño. Yuri tenía la piel blanca, Ciú la tenía amarilla, pero eran el mismo niño. Pablo iba al cine en español y Jimmy en inglés, pero eran el mismo niño, y reían en el mismo idioma.
Ahora han crecido los siete, y no podrán hacerse la guerra, porque los siete son una sola persona.
2 comentarios:
Si, os nenos son un só neno. Que mágoa que non poidamos facer a mesma metáfora coas nenas, porque as nenas do mundo non son unha soa nena, hai diferenzas tan insalvables que unha nena iraní ou hindú,comparadas cunha cativa española, semellan ser doutro planeta.
Tes razón. Pero cos nenos tamén sucede, aínda que noutras proporcións, claro está.
O álbum só pretende ser unha metáfora pola paz.
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