O mes pasado, Alejandro Sanz sacaba un novo tema con Jesse & Joy:
'No soy una de esas'.
Recoméndamosvos que leades a análise completa realizada por "Barbijaputa" porque non ten desperdicio. Cópioa enteira e póñola despois do vídeo. Pido desculpas por non traducila. Vaia por diante que estades ante una letra que fai apoloxía da violación.
Tus manos sobre esa guitarra me llevaron a imaginar todo lo que una dama no debe contar".
Canta ella rodeada de sus amigas. Por un lado, la carga sexual de la
canción está explícita en letra y videoclip, pero si eres una dama,
cuidado con lo que piensas. Siente lo que quieras, pero finge que no.
Guárdatelo para ti, es vergonzoso.
"La música fluye, tus ojos me huyen, te quiero amarrar".
Canta Alejandro. Él puede expresar libremente que quiere amarrar a la
chica. A la misma que intenta que intenta callar como una dama lo que
imagina.
" Ay!, ¡Ay!, mejor doy un paso atrás. Aunque me interesa no soy una de esas que tan fácilmente se deja enredar".
Le contesta ella, haciendo alusión al título de la canción "No soy una
de ésas". Una mujer culpando a aquellas mujeres que se "dejan" a la
primera. Imagino que, por "dejarse", se refiere a vivir libremente su
sexualidad, a no callar lo que sientes ni fingir ser inmune a la
atracción sexual. ¿Cómo cala este mensaje en las adolescentes que están
desarrollando aún su concepto de la sexualidad? Cala con una clara culpa
por dejarse llevar o hacer lo que le apetece. ¿Y en ellos? Aquí cala de
forma diferente, lo que se cuestiona jamás es cómo de rápido van ellos o
si han accedido a algo inapropiado o no; el mensaje que se les inocula
aquí es el de "una chica que accede "demasiado rápido" a lo que ambos
queremos no es una dama que haya que respetar".
Más tarde, en la canción, la chica le manda un claro mensaje a él: "mejor doy un paso atrás". Pero él, lejos de respetarlo, le dice:
"No deberías haberme tentado, te gusta jugar".
Ahhhmiga, que ya no hay marcha atrás. Que has movido así las pestañas
dos veces y, claro, has desatado sus instintos más primitivos. Mala
suerte. Tenías que haberte comportado como una dama desde mucho antes.
Cualquier adolescente o mujer que esté bailando esta canción en una
discoteca, siente que eso que le ha pasado mil veces en la vida real,
esos forcejeos, apretones, manoseos, se lo está cantando por el altavoz
de la discoteca el mismísimo Alejandro Sanz, mientras da la razón a
todos los que les han insistido y acosado hasta la saciedad porque ellas
lo miraron, porque fueron simpáticas o porque tontearon con ellos. Más
culpa para ellas.
"No confundas la dulzura con la temperatura".
Se excusa ella entonces. Este "sí pero no", este "no puedo decir lo que
estoy imaginando" porque soy una dama pero a ver cómo lo digo para no
enfadarle, da lugar a tener que disfrazar de error de lectura del otro
el hecho de que digamos 'no' cuando nos da la real gana decir 'no'.
Se perpetúa así la represión femenina de querer dejarse llevar por un
lado y, por el otro, saber que no puedes hacerlo tan rápido. Porque así
te lo han enseñado en canciones como, justamente, esta.
Este es otro de los problemas en la forma de relacionarnos hombres y
mujeres: por un lado no podemos sentir ciertas cosas, no somos de esas.
Por otro, si lo sentimos pero en algún punto nos arrepentimos o,
directamente, lo dejamos de sentir, tenemos que apelar a la confusión
para que no nos den la murga toda la noche -en el mejor de los casos- o
se pongan violentos -en el peor-. No se nos permite socialmente bajo
ningún concepto decir: "Estaba excitada, pero ya no", "me apetecía, pero
ya no".
Contestación de él: "Si no quieres flamenquito, no toques las palmas".
En esta frase, en el videoclip, el portero tiene que salir a separarlo
de la chica, escena que hemos vivido la mayoría de mujeres en la vida
real. Pero si sale en un videoclip de Alejandro Sanz, ¿cómo va a ser eso
algo reprobable? Tienes que verlo como algo romántico: está tan
desatado por ti, que tiene que aparecer otro hombre que aún no ha caído
en tu embrujo (menos mal) para quitarte al tipo de encima. No me digas
que no te sientes halagada cuando eso pasa. Porque si te sientes
violenta o agredida en casos así en los que un extraño te toca y te
acosa, eres una amargada, porque a la prota del vídeo se la ve bastante
feliz.
Pero ella insiste, siempre rodeada por sus amigas: "¡Ay!, ¡Ay!, mejor doy un paso atrás". A lo que él contesta: "A lo mejor es muy tarde para echarte atrás".
Lo siento. El hombre ha decidido que ya es tarde. Ahora te toca
apechugar. Ahora no te quejes, ahora cede, ahora llega hasta el
final. Siendo el final lo que él considere, no lo creas tú que es el
final. No haber empezado. Haber sido una dama. Has dado demasiadas
señales, la culpa es tuya de lo que pase de aquí a continuación.
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